Jabonera de corcho Rulls

Descripción

Os presentaros a la capilla sixtina de las jaboneras. Tiene un tacto redondeado y amable y un interior pensado al detalle. Consta de 3 partes: 1, la tapa, con un dibujo de los de Rulls (¡cómo no!). 2, la pieza intermedia, con unos pequeños resaltes para reducir el contacto de la superficie con el champú, y unas rendijas para que el exceso de humedad se aleje lo más posible y aterrice en la… 3, la inferior, la que se encargará de que esa humedad se esfume gracias a las fantásticas propiedades del material con la que está realizada; el corcho.

Un repaso breve: el corcho es transpirable, antibacteriano e imputrescible, por lo que mantendrá seco y protegido tu jabón o champú durante más tiempo. Además, se extrae de la corteza de alcornoques españoles y se regenera cada 10 años, por lo que no hace falta talar el árbol. La de Rulls es la prueba viviente de que una simple jabonera también puede tener un diseño perfecto.

Materiales

Corcho.

100% fabricada en España sin talar ningún árbol.

Clemen-tips

• Su tamaño total es 8,5 cm de diámetro x 6 cm de alto, está especialmente diseñada para dar cabida al champú de Rulls.
• ¡Asegúrate de que tu jabón o champú cabe en la jabonera! Su diámetro debe ser, máximo, de 6,5 cm.
• La tapa se encaja a presión.
• Su ligereza lo hace perfecto para llevar en la maleta o en tu bolsa de viaje.
• Es una jabonera con capacidad de absorción de la humedad, pero eso no quiere decir que esté pensada para dejarla dentro de la ducha mojándose entera cada día. Intenta mantenerla en un lugar seco, que la única humedad con la que tenga que lidiar sea la del champú o jabón, así te durará muchísimo más tiempo en perfecto estado.
• El corcho se utiliza en diferentes industrias dadas sus excepcionales características, fíjate en estos dos ejemplos:
  • En construcción se utiliza como aislante incluso en sótanos y zonas húmedas por su capacidad de absorber la humedad, no pudrirse y ser antibacteriano.
  • En la industria del vino se utiliza para realizar el tapón de las botellas porque siendo transpirable (para que el vino se conserve bien, es indispensable que “respire”), no deja entrar las bacterias ni el oxígeno. Por este motivo siguen siendo los más elegidos para los vinos que requieren envejecer y evolucionar en botella. Los de plástico pese a ser más barato, tienen numerosas desventajas, algunas son obvias, aporte de aromas sintéticos e impacto medioambiental, pero además a los 3 años más o menos comienzan a ceder y no ofrecen una protección contra la oxidación, por lo que solo pueden ser utilizados en vinos de consumo rápido.