Hay pieles maduras bonitas y radiantes, con sus arrugas y su flacidez naturales. Por eso el término “antiedad”, aunque lo usamos porque es universal en cosmética y entendible por todo el mundo, quizá no sea el más adecuado. No es cuestión de rechazar u obsesionarnos con los cambios que va a sufrir nuestra piel con el tiempo. Se trata de saber que existe una diferencia entre este envejecimiento natural, y el que está ocasionado y agravado por agentes como la contaminación, la deshidratación, la exposición solar sin protección, o el estrés. Factores que hacen que nuestra piel se vea afectada por eso que comúnmente se llama “envejecimiento prematuro”, que en realidad no es otra cosa que una manera de englobar diferentes procesos que dañan a la larga esas cualidades de una piel bonita: luz, hidratación, equilibrio, uniformidad de tono y de textura. Un cutis bonito puede todas ellas sea cual sea su edad y conseguirlo es el objetivo de la siguiente selección de cosméticos.