Mádara nos llega desde Letonia, un país bañado por el mar Báltico que conserva el 60% de sus tierras cubiertas por bosques y praderas verdes llenos de la fuerza primigenia y la vida de la naturaleza.
A través de los siglos, sus inviernos severos, otoños largos, primaveras tardías y veranos cortos, el inestable y duro clima del Báltico, han generado una variedad única de plantas que se han adaptado a sobrevivir en circunstancias adversas y a aprovechar los rayos del sol cuando aparece. Durante los cortos veranos del Norte, las plantas centran toda su energía en el proceso de floración, acumulando una cantidad única de sustancias activas; ésta es la razón por la que los extractos de los que están compuestos los cosméticos de Mádara, son extremadamente potentes y eficaces.
Texturas fluidas, aromas únicos y unos resultados que sorprenden, hacen de esta marca una de las más queridas por los amantes no sólo de lo orgánico, sino también de la cosmética.