El champú rara vez está más de un minuto en contacto con nuestro cuero cabelludo, por esta razón se podría correr el riesgo de pensar que los ingredientes que lo componen carecen de importancia. El “limpiar” se puede hacer de muchas maneras. Puedes hacerlo con ingredientes agresivos que a la vez que se llevan “lo malo” se llevan también “lo bueno”, o puedes hacerlo con tensioactivos suaves, como los derivados del coco, que eliminan la suciedad, el exceso de sebo y todo eso que no queremos ver en nuestra melena de manera suave y delicada, respetando el cuero cabelludo. Y recordemos que un cuero cabelludo contento es el primer paso para una fibra capilar bonita. Por si fuera poco, nuestros champús orgánicos están llenos de activos como las proteínas, los extractos vegetales y vitaminas, para comenzar a nutrirlo ya desde la limpieza.