Matarrania le debe el nombre a la tierra que la ve nacer, a la comarca del Matarraña, bañada por las frías y salvajes aguas del río Matarraña (Teruel). El Matarraña alterna bosques y montañas con llanos y riberas, y está salpicado por 18 pueblos pequeños, tallados en piedra, que parecen abandonados en el tiempo y recuperados para el visitante que, atento, descubre en sus rincones la autenticidad del medio rural.
Una autenticidad que Matarrania ha sabido recuperar y mantener en sus productos, y liderarla como bandera de su esencia. Calidad de materia prima, pureza de las fórmulas y sumo respeto por el entorno.
Su interés por la cultura popular rural la llevó a recopilar fórmulas antiguas para el cuidado de la piel. En todas ellas, el ingrediente fundamental y protagonista es el aceite de oliva.