Antipodes es una marca pionera en cosmética orgánica de alto rendimiento fundada en Nueva Zelanda en 2006 por Elisabeth Barbalich.
Si algo caracteriza a Antipodes, por lo que está presente hoy en más de 40 países y ha enamorado a clientes de todo el planeta, son los activos antioxidantes únicos en el mundo de desarrollo científico propio, pero vayamos por partes, ¿por qué son tan extraordinarios y cómo lo han conseguido?
La primera clave es geográfica.
Nueva Zelanda es un país en medio del océano pacífico compuesto por dos grandes islas que han evolucionado de manera independiente durante millones de años, con su baja densidad de población y una de las naturalezas más vírgenes de La Tierra.
El suelo fértil, el aire puro, las lluvias limpias y las extensas horas de sol hacen de las islas un paraíso para los animales y las plantas y, por lo tanto, para los bioactivos vegetales ricos en propiedades para mejorar la piel. Ahí es donde comienza la magia de Antipodes: ellos tienen a mano los ingredientes más densos en nutrientes, de los que consiguen extraer los activos de máxima calidad. Entre estos activos nativos neozelandeses, muchos de ellos de uso tradicional maorí, encontrarás en su cosmética la célebre miel de manuka de recolección silvestre, el lino harakeke, el kiwi, el helecho negro mamaku, el kawakawa familia del pimentero, el precioso árbol pohutukawa, el totara, las aguas termales de waiwera o los lodos efervescentes de rotorua.
La segunda clave es su capacidad de investigación científica.
Antipodes ha conseguido desarrollar su propia línea de investigación científica con ensayos clínicos in vitro de la mano de las mejores mentes de Nueva Zelanda. En estos ensayos se puede observar cómo las células de la piel reaccionan cuando se exponen a formulaciones finales de producto. Es algo que muy pocas marcas, al margen de los grandes imperios cosméticos, tienen a su alcance. Ellos lo han conseguido, y de esta manera han desarrollado importantes patentes como el activo Vinanza®, un ingrediente estrella que encontrarás en muchos de sus cosméticos que han desarrollado a partir de las uvas más antioxidantes del mundo, que, por supuesto, crecen en las islas.
Resuelto el misterio de la extraordinaria eficacia de su cosmética, solo nos queda animaros a descubrir a qué sabe esa mezcla de sabiduría maorí y la tecnología en skincare más avanzada del planeta.